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¿Qué es el ratio de preparación del café?
Si estás empezando en el mundo del café de especialidad, es probable que hayas escuchado el término «ratio de preparación» más de una vez. Pero, ¿qué significa realmente? En palabras simples, el ratio de preparación es la relación entre la cantidad de café que usas y la cantidad de agua que viertes para preparar tu taza. Este concepto, aunque pueda sonar básico, es la clave para lograr consistencia y control en cada preparación.
Un buen ratio te da un punto de partida. Luego, en base a tus preferencias, puedes ajustarlo ligeramente para encontrar el balance ideal entre el cuerpo, la acidez y los sabores que buscas destacar en cada café.
¿Por qué es importante el ratio?
Si usas demasiado café en relación con el agua, obtendrás una taza sobreextraída, densa y amarga. Por el contrario, si usas muy poco café, la taza resultará aguada y con sabores poco definidos. El ratio te ayuda a evitar esos extremos y a mantener una base que te permita entender cómo influye cada cambio en la preparación.
En resumen, el ratio es como una receta: te dice cómo empezar. A partir de allí, la magia está en los ajustes que hagas según lo que te diga tu paladar.
Ratios comunes en diferentes métodos de preparación
La forma más común de expresar el ratio es en una relación 1:XX, donde el número 1 representa la cantidad de café (en gramos) y la XX la cantidad de agua (en gramos o mililitros). Veamos algunos ejemplos:
1. V60
Un ratio común para la V60 es 1:15. Esto significa que, por cada gramo de café, usarás 15 gramos (o mililitros) de agua.
- Ejemplo práctico: 20 g de café y 300 g de agua.
Este ratio produce una taza equilibrada, con cuerpo medio y sabores bien definidos. Si sientes que falta cuerpo, puedes reducir el ratio a 1:14 (menos agua). Si la taza se siente muy intensa, prueba 1:16 (más agua).
2. Aeropress
La Aeropress, por su versatilidad, permite ratios más concentrados. Un buen punto de partida es 1:13.
- Ejemplo práctico: 15 g de café y 195 g de agua.
Este ratio produce una taza con más cuerpo y una extracción más concentrada. Si prefieres una taza más suave, ajusta a 1:15.
3. Espresso
El espresso por definición tiene un ratio completamente diferente debido a su naturaleza concentrada. Aquí trabajamos con ratios como 1:2.
- Ejemplo práctico: 20 g de café para una salida de 40 g de espresso.
Si deseas un espresso más intenso y con mayor acidez, usualmente conocido con el nombre de «ristretto», puedes ajustar a 1:1.5. En cambio, para un espresso con menor acidez y más de amargor, puedes subir a 1:2.5, este último se conoce como «lungo».
Cómo ajustar el ratio según tus necesidades
Una vez que tienes un ratio de referencia, lo siguiente es experimentar. Pero aquí viene algo importante: solo ajusta una variable a la vez.
Por ejemplo, si quieres más cuerpo en tu V60, empieza por bajar el ratio ligeramente (de 1:15 a 1:14) sin cambiar la molienda o la temperatura del agua. Si, por el contrario, sientes que la taza está demasiado densa, sube el ratio (a 1:16). Este enfoque te ayudará a identificar exactamente cómo cada cambio afecta el resultado final.
Con la práctica, aprenderás a identificar cómo influyen otros factores como la molienda, la temperatura del agua y el tiempo de extracción. Pero todo empieza con un ratio base que funcione.
El ratio y el perfil de tu café
Ajustar el ratio no es solo cuestión de cuerpo. También te permite destacar diferentes perfiles de sabor en el café. Si tienes un café con notas cítricas brillantes y quieres resaltarlas, es mejor usar menos agua, lo que hará que las notas sean más evidentes, aunque el café quedará un poco más intenso. Por otro lado, si prefieres reducir la acidez y obtener un perfil más balanceado, usar más agua disminuirá la intensidad y el cuerpo de la taza.
Por eso, es fundamental usar una balanza para medir cada preparación y tomar nota de los ajustes realizados. Esto te ayudará a entender cómo cada cambio afecta el resultado y a encontrar el equilibrio ideal para cada café.
Reflexión final
El ratio de preparación del café es la herramienta más simple y efectiva para controlar el resultado en la taza. Es una guía, no una regla estricta. Lo importante es usarlo como punto de partida, experimentar y encontrar el equilibrio que funcione para ti y para el café que estás preparando.
Así que la próxima vez que sientas que tu café está muy denso, aguado o simplemente no te convence, recuerda: ajusta el ratio. Empieza con pequeños cambios y deja que tu paladar te guíe.
El café de especialidad se trata de explorar, aprender y disfrutar cada detalle. Y el ratio de preparación es uno de esos detalles que marcan la diferencia.
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